jueves, 8 de enero de 2009

Sueños profundos .

Recuerdo comenzó pronto a sangrar, como una herida cerrada a la que vuelven a apuñalar. Una y mil veces dije que te tenía que olvidar y un millón más me maldije por volverte a recordar. Y cuando ya salía el sol y entraba por mi ventana, el sueño por fin me vencía, mientras mis ojos lloraban lágrimas ensangrentadas. Porque me dí cuenta que son sueños tan profundos que nunca podré olvidar.

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